martes, 26 de abril de 2011

"......LA MÚSICA DE HOY .......Y DE AYER.....

"LOS CHICOS DEL RITMO........"


"Y SI LE AGREGAMOS MELODÍA.........."




El Rol de la Musica en
 la formación del ser humano

- "Más vale prevenir que curar"-

por Juan Krakenberger 
http://www.j-krakenberger.org/

 

[Este artículo sobre el rol de la musica aparece en Internet porque a los diarios de distribución nacional (en España) no les interesa publicarlo por motivos obvios –los medios de comunicación, pero no necesariamente los impresos- tienen mucha culpa de la situación creada]
Como todos los años, también éste, el tema de la educación asume el papel protagonista de siempre. El alto grado de fracaso escolar es un tema candente, muy preocupante por cierto, y todo el mundo se halla empeñado en sugerir correctivos para una situación tan poco satisfactoria. Con ello asumimos una actitud que viene a ser habitual en todo el mundo, y que se va acentuando en los últimos lustros: constantemente corremos detrás de correctivos para paliar situaciones que eran previsibles pero que, por conveniencias del momento, no se atacaron de frente en su día. Recientemente se dieron los últimos toques a una nueva ley de Educación, la LOE (a este ritmo, España será sin duda campeona en leyes de educación por lustro), en la cual el énfasis se pone una vez más sobre el marco y no sobre el contenido, cuando creo que lo inverso sería más indicado. 

Las siguientes líneas pretenden analizar el asunto a fondo, y sugerir medidas –bastante sencillas por cierto y no demasiado costosas– que podrían paliar el problema de raíz, siempre que exista voluntad política para que en el futuro contemos con ciudadanos y no gamberros, cosa que  a veces se llega a dudar, a la vista de los acontecimientos.
Antes de entrar en materia, conviene que recordemos algunos hechos significantes:
1) Recientes estudios antropológicos confirman que en la pre-historia fueron los sonidos que hicieron posible la comunicación entre los seres humanos primitivos. Sin esa “música”, la evolución del ser humano hacia lo que somos hoy en día hubiera sido imposible.
2) Lo sucedido en Venezuela en los últimos 20 años, donde 250.000 (sic) niños pobres aprenden a tocar un instrumento musical, porque los políticos allí han comprendido que formar musicalmente a un ser humano es más barato, ya que esto garantiza que no se convertirán más adelante en gamberros. ¡Sabemos muy bien lo que cuesta a un país controlar a sus gamberros y reparar las consecuencias de sus gamberradas!  
Veamos: los niños de hoy no se parecen ya en nada a los niños de hace solamente 30-40 años. Hace un año, leí en la edición catalana del diario El País un excelente escrito donde el autor se preguntaba, con toda la razón, por qué cuando él iba al colegio, la ortografía correcta no planteaba ningún problema, cuando hoy en día es uno de los mayores escollos con que se enfrenta el profesorado. Si, además,  los métodos de enseñanza han mejorado durante estos últimos lustros, justamente lo contrario debería haber ocurrido. 

Repito una vez más: son los niños que han cambiado, o mejor dicho, los hemos cambiado, porque ahora existe la televisión, los video-juegos, y música popular portátil que, escuchada con el volumen al máximo, mete un “pum-pum-pum-pum” interminable en los oídos de los jóvenes. Las mentes juveniles que han sido expuestas a estos factores exteriores, ¿cómo no han de ser diferentes de aquellas  de hace 30-40 años?  
A ello debe agregarse, desde luego, el hecho que en muchos hogares tanto el padre como la madre trabajan, y no tienen ni el tiempo ni energías suficientes para ocuparse de sus niños.
Quiero empezar con mis reflexiones desde la prehistoria. Si el hombre de la cueva, hace miles de años, no hubiera aguzado su oído para escuchar los ruidos de su entorno, se hubiera quedado sin comer: solamente prestando mucha atención a los ruidos de los animales que lo rodeaban, tenía alguna posibilidad de cazar lo necesario para su supervivencia. Y esto lo aprendió desde la tierna infancia. Un ejemplo moderno, descrito recientemente, atestigua con eficacia científica, que en esta materia, nuestros genes no han cambiado. Se ha descubierto que hay una etnia, la que habla chino mandarín, donde un 51% de la población posee oído absoluto, comparado con 1 en 50.000 o hasta 100.000 en los países occidentales.
Para el lego explico, que el oído absoluto es la capacidad de poder reconocer la nota que suena, o cantar correctamente a primera vista, si se ha estudiado música. En rigor, no es importante para el hombre de la calle tener o no tener oído absoluto. Lo que sí es importante es saber porqué estos chinos poseen este don en tan alto grado, en comparación con los demás. La explicación es sencilla: en su idioma, una sílaba – digamos “ma” – entonada en diferentes tesituras (muy bajo, bajo, más alto o muy alto) significa 4 palabras diferentes. O sea, que para hacerse entender, deben “oír” desde temprana edad como se “entona” esta sílaba. Todo el mundo sabe que se aprende a hablar desde los dos años de edad, e inclusive antes.  
Conclusión: el oído juega un rol importante en la formación del niño. El cerebro, a esta edad, es una esponja que absorbe todo, cosa esencial para el futuro desarrollo del individuo, y el ejemplo citado lo ilustra de forma perfecta. De paso diremos aún, que los chinos – precisamente por el aprendizaje precoz de su complicado idioma – le están ganando la partida al resto del mundo, sobre todo en disciplinas difíciles, como, por ej., el aprendizaje del violín. Para confirmar todo lo que antecede, resulta revelador un reciente estudio científico, comparando resultados escolares entre alumnos que hicieron música con testigos que no lo hicieron, de 3-6 años de edad, cuyos resultados se pueden leer (en inglés) enhttp://new.bbc.co.uk/2/hi/health/5362670.stm
Quisiera citar otro ejemplo, esta vez más bien negativo, para ilustrar la importancia del oído en la formación del ser humano. Me refiero a la música popular norte-americana. Ya hace ahora más de un siglo, que  esta música es estrictamente binaria. No hay valses, y ni hablar de ritmos más complejos – como por ejemplo el 5/4 del zorcico vasco. O sea, que desde que nace, el niño americano solamente oye los ritmos binarios más sencillos – 1,2, 1,2, 1,2, 1,2 o 1,2,3,4, 1,2,3,4, y así sucesivamente. Hace pocos años se hizo un estudio psicológico sobre esto, comparando la sensibilidad rítmica de los norteamericanos con la de pueblos balcánicos. El resultado fue, desde luego, muy negativo para aquellos. Y qué decir de las deliciosas melodías de los años ’40 o ’50 que salieron de Broadway, y que aún hoy son famosas. ¿Hay alguna melodía compuesta en USA, recientemente, que pueda competir? ¿Hay en todo esto alguna coincidencia con la estulticia que hace posible que la política americana sea líder en querer combatir fallos en vez de prevenirlos?  
¿Será nuevamente culpa del oído que los norteamericanos sean el único pueblo que se cree que, fuera de la geometría, el camino más corto entre dos puntos sea una recta, cuando todos sabemos que en la vida real esto no es así?  A todo ello cabe aún agregar que pagan un elevado precio por todo ello: el país que tiene el mayor porcentaje de personas con atrofias auditivas es precisamente EE.UU. ¿Cómo es posible que estén queriendo exportar esto también a los demás pueblos de la tierra?        
Enfrentados al nuevo cariz de nuestros adolescentes, del cual los medios públicos de difusión – dominados precisamente por esos mismos americanos –son en gran parte culpables-, llego a la conclusión que lo único que podemos hacer es tratar de que nuestros “peques” vuelvan a ser como antes, como hace 30-40 años. 
Hace dos años, el diario El País (19/1/2005) publicó un fascinante estudio neurológico que afirmaba que a la edad de cinco años es cuando más absorbe el cerebro humano de su entorno, y que desde entonces y hasta los doce años, esta capacidad de absorción entra en gradual declive para desvanecerse por completo. 

Debemos sustituir con algo constructivo nuestros hábitos disciplinarios de antaño -como la obediencia debida, la estricta disciplina, y los castigos-: no me quiero acordar cuando, de niño, tuve que estar parado, calladito, en una esquina, con la espalda hacia los demás, durante 15 minutos o media hora, según la gravedad de mi desobediencia. 

¿Qué podemos hacer con el “animalito” niño que anda más suelto que nunca? Algo habrá que cambiar para que reciba más impulsos positivos a esa temprana edad, tan crucial para su futura formación. Y que conste, que excluyo los castigos corporales o torturas a las que acabo de aludir, porque en nuestra sociedad actual ya no surtirán los mismos efectos que otrora: ahora necesitamos mucha mano izquierda para motivar a los críos, y -siempre que sea posible- vía incentivos o tareas estimulantes que generen endorfinas al poderlas asumir. El lector suspicaz lo habrá adivinado: es por ahí que entra la buena música, que puede obrar el milagro, porque combina formación del cerebro y disfrute al mismo tiempo.
Por todo ello, el remedio que propongo es muy sencillo: todos los niños, desde los tres  hasta los seis años de edad,  deben entrar en un jardín de infantes, o en “pre-escolar”, y allí el juego rítmico y musical debe tener un rol muy importante, para no decir preponderante, con prácticas diarias. 
Pasarlo bien, así, en grupo, también ha de estimular el sentimiento de solidaridad, porque el niño reacio a participar muy pronto se dará cuenta que se pierde algo – viendo a los demás divertirse. El viejo dicho de que “la música amansa las fieras” tiene aún plena vigencia. Cultivando así la percepción auditiva (recordemos al hombre de la cueva) también ayudará luego al eficaz aprendizaje de idiomas extranjeros. Los idiomas extranjeros deben de entrar por el oído: los métodos que se emplean en la mayoría de los centros españoles son demasiado teóricos y estáticos, y los resultados están a la vista. Estamos en la cola de los países europeos en esta materia. Como corolario apuntar que son precisamente los buenos músicos que suelen ser poliglotas, porque tienen los oídos bien entrenados. España es un país con un riquísimo folclore – ¿por qué no utilizar estas músicas en la educación de sus niños?
Habrá que explicar a los padres que con el método arriba expuesto nadie pretende que los críos se conviertan luego en músicos: se utiliza la música para entrenar las mentes juveniles para que luego les sea más fácil dominar las demás materias, y así poder enfrentarse mejor a los retos de una buena educación.
Hace poco leímos la noticia que el celebrado músico, el maestro Daniel Barenboim, está creando en Berlín un jardín de infantes musical, para niños de 3-6 años de edad. 
Además de formar melómanos, esto ha de servir en su día para demostrar que los que salgan de este entorno superarán a los demás en el colegio, más adelante. No me cabe la menor duda que Barenboim logrará sus metas. 

España, a la cola de los resultados de la encuesta PISA, podría darle vuelta a la tortilla. Dado el carácter lúdico de sus gentes y su reconocido talento, el método apuntado más arriba podría, dentro de un plazo medio, poner a España en cotas más altas y competir con mayor ventaja con los finlandeses, en cuyo país, dicho sea de paso, la educación musical es de primera calidad. ¿Otra coincidencia?
El viejo proverbio “Más vale prevenir que curar” tiene, como siempre, plena vigencia. 

Sin material humano receptivo, ninguna escuela, por buena que sea, puede producir resultados satisfactorios. En tiempos en que la ciencia – sobre todo la neurología – nos dice cada vez más cosas sobre cómo funcionamos los seres humanos, no hacer caso a dichas enseñanzas es casi un crimen contra la humanidad: ¿Cuándo lo entenderán así los políticos responsables?
Juan Krakenberger (http://www.j-krakenberger.org/)

¿Qué aporta la educación musical?

Docentes e investigadores argumentan en contra de la reducción del horario de la asignatura de música en las aulas

La materia en el currículum


- Imagen: cursedthing -
A pesar de que numerosas investigaciones delatan los evidentes beneficios que ejerce la educación musical sobre la formación integral del alumno, el sistema educativo relega esta materia a los mínimos de docencia establecidos. El reconocimiento y valoración del papel que estas enseñanzas desempeñan en la educación global es una de las principales reivindicaciones de los profesionales de la asignatura. Tras la implantación de la Ley Orgánica de Educación (LOE 2006), habían visto como, tanto en Primaria como en Secundaria, la carga lectiva de música se había reducido de forma drástica.
Hay discrepancia entre las lecciones de música del currículum actual y las que se imparten
El proyecto de investigación meNet (Music Education Network), que ha contado con la colaboración de 90 instituciones educativas de 23 países europeos, ha analizado durante el periodo 2006-2009, entre otros aspectos, las similitudes y diferencias en educación musical de los distintos sistemas educativos. Las conclusiones sobre nuestro país remiten a una relevante discrepancia entre las lecciones de música estipuladas en el currículum actual y las que realmente se imparten. "Las recomendaciones dadas por los profesores de música e instituciones de educación musical de España y otros países han sido ignoradas de forma sistemática por las autoridades", recalca el informe.

Música y habilidades

José Antonio Rodríguez-Quiles, catedrático de Educación Musical de la Universidad de Granada, y coordinador de meNet en nuestro país, resalta sin embargo en su articulo '¿Es necesaria una Educación Musical para todos?' (Revista de la Lista Europea de Música en la Educación), las innumerables ventajas que reporta a los niños la práctica continuada de la música en la escuela. Entre otros beneficios, este especialista señala que permite que experimenten por sí mismos su propia capacidad de expresión, favorece el aumento de las competencias sociales gracias a la práctica en grupo y facilita el significado de la forma y el orden.
La educación musical reforzada estimula de forma positiva la inteligencia
Rodriguez-Quiles no olvida mencionar en su artículo los resultados de una de las investigaciones más relevantes a nivel internacional sobre la incidencia de la educación musical en los niños de Primaria, realizada en Berlín hace una década. Según este estudio experimental, la educación musical reforzada estimula de forma positiva la inteligencia, tanto de los alumnos mejor dotados intelectualmente, como de los que presentan algún déficit de desarrollo. Por otra parte, el rendimiento en otras asignaturas de los estudiantes "reforzados" en música, a pesar del coste temporal, no se vio afectado en ningún momento.

La actitud del alumno

Entre los argumentos en contra de la reducción de la materia de música en enseñanza Secundaria, los docentes de esta asignatura apuestan por la actitud positiva de los estudiantes hacia su aprendizaje. Javier Lara, presidente de la Confederación de Asociaciones de Educación Musical(COAEM), señala que ésta es una de las claves del asunto, "tenemos la suerte de entrar por la 'puerta de atrás' de la mente de nuestros alumnos', afirma.
"A la mayoría de los alumnos les gusta la asignatura de música por encima de la media"
El profesor Miguel Ángel Úbeda Cárdenas argumenta en un manifiesto de COAEM que a la "mayoría de los alumnos les gusta la asignatura de música por encima de la media de las demás materias", algo que contribuye al bienestar del alumnado dentro del sistema. Úbeda Cárdenas señala también el atractivo que tiene la asignatura para muchos alumnos con dificultades educativas y con escasos intereses culturales. Esta afinidad, que se manifiesta en muchos casos en resultados más competentes que en otras materias, "funciona como un factor de atracción para estos estudiantes hacia el sistema educativo", en definitiva, un arma contra el fracaso escolar.

Qué dice la UNESCO

Del estudio internacional sobre la importancia de las artes en educación, elaborado por la UNESCO, en colaboración con The Australian Council for the Arts y la Federación Internacional del Arts Council and Culture Agencies (IFACCA), se pueden extraer conclusiones similares a las que argumentan los docentes e investigadores de nuestro país.
En el avance de este estudio, en el que participaron 91 países, se constata que los buenos programas de educación artística (entre los que la música tiene un papel fundamental), además de dar lugar a mejores resultados en otras áreas de conocimiento, tienen un efecto positivo sobre los estudiantes que los reciben y "en especial en aquellos con más dificultades de adaptación y más desfavorecidos". El informe de la UNESCO apunta asimismo un dato revelador: los países de la OCDE que obtienen buenos resultados enPISA, parecen coincidir con los que tienen mejores programas educativos en artes.